PARA: REFLEXIONAR
RECONOCER LAS DIFERENCIAS ES ACEPTAR A LOS DEMAS
El ser humano como tal es único, miles años de cambio y tras de soportar muchas pruebas de supervivencia en las cuales para preservarse como especie ha sido clave el trabajo en grupo, el colectivo, la necesidad del otro para unir fuerzas, es decir el hombre es un ser social que necesita de otros, del congénere; mas sin embargo de vez en cuando algunos se aíslan o apartan a otros por el simple hecho de ser diferentes.
Cada persona se caracteriza por pensar, sentir, actuar expresar distintamente de sus semejantes, es lo que nos hace distintos, irrepetibles, con defectos y cualidades que nos acercan y alejan de unos y otros, por que desafortunadamente cada día se hace mas evidente un fenómeno que afecta y a afectado siempre a nuestra indolente sociedad, enmarcada por el egocentrismo y la rivalidad; no reconocer que cada individuo es un ente diferente en un mismo universo que para estar bien con los demás debemos admitirlos tal y como son.
La humanidad recuerda con horror los famosos guetos establecidos en Europa hace mas de 50 años, en los que se confino a un pueblo solo por la intolerancia; igualmente otro suceso de los mas dolorosos y de los cuales el genero humano debería sentirse avergonzado es el apartheid, por el cual unos seres por cuestiones de raza fueron aislados y mantenidos en condiciones que no pueden llamarse humanas; y estos son solamente dos ejemplos de los muchos que hay, que muestran hasta donde se puede llegar por el solo hecho de no aceptar que somos diferentes.
Pero ¿Por qué querer ser iguales? Si todo proclama que somos diferentes, y en ningún momento he dicho inferiores ni superiores simplemente distintos; entonces por que agredir a alguien por no ser como quiero que sea, o como soy yo; si la naturaleza nos premio con una dádiva no hay por que menospreciar y juzgar a aquellos que por uno u otro motivo no la poseen.
De igual forma asumir actitudes de rechazo frente a quien ha alcanzado un logro significativo es tambien desconocer que su triunfo es fruto de un arduo trabajo, por lo tanto hay que mostrarse regocijado por ello y pensar que lo que hacemos tambien es importante, de ningún modo sentirnos mas ni menos que nadie.
RECONOCER LAS DIFERENCIAS ES ACEPTAR A LOS DEMAS
El ser humano como tal es único, miles años de cambio y tras de soportar muchas pruebas de supervivencia en las cuales para preservarse como especie ha sido clave el trabajo en grupo, el colectivo, la necesidad del otro para unir fuerzas, es decir el hombre es un ser social que necesita de otros, del congénere; mas sin embargo de vez en cuando algunos se aíslan o apartan a otros por el simple hecho de ser diferentes.
Cada persona se caracteriza por pensar, sentir, actuar expresar distintamente de sus semejantes, es lo que nos hace distintos, irrepetibles, con defectos y cualidades que nos acercan y alejan de unos y otros, por que desafortunadamente cada día se hace mas evidente un fenómeno que afecta y a afectado siempre a nuestra indolente sociedad, enmarcada por el egocentrismo y la rivalidad; no reconocer que cada individuo es un ente diferente en un mismo universo que para estar bien con los demás debemos admitirlos tal y como son.
La humanidad recuerda con horror los famosos guetos establecidos en Europa hace mas de 50 años, en los que se confino a un pueblo solo por la intolerancia; igualmente otro suceso de los mas dolorosos y de los cuales el genero humano debería sentirse avergonzado es el apartheid, por el cual unos seres por cuestiones de raza fueron aislados y mantenidos en condiciones que no pueden llamarse humanas; y estos son solamente dos ejemplos de los muchos que hay, que muestran hasta donde se puede llegar por el solo hecho de no aceptar que somos diferentes.
Pero ¿Por qué querer ser iguales? Si todo proclama que somos diferentes, y en ningún momento he dicho inferiores ni superiores simplemente distintos; entonces por que agredir a alguien por no ser como quiero que sea, o como soy yo; si la naturaleza nos premio con una dádiva no hay por que menospreciar y juzgar a aquellos que por uno u otro motivo no la poseen.
De igual forma asumir actitudes de rechazo frente a quien ha alcanzado un logro significativo es tambien desconocer que su triunfo es fruto de un arduo trabajo, por lo tanto hay que mostrarse regocijado por ello y pensar que lo que hacemos tambien es importante, de ningún modo sentirnos mas ni menos que nadie.
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